viernes, 22 de junio de 2007

Cultivo de lechugas en invernadero

Cultivo de lechugas en invernadero


Tratamiento del suelo:

Hay que añadir una buena canti­dad de compost al suelo o comprobar si contiene turba o compost si es que se las cultiva en recipientes.


Multiplicación:

Se siembran en semillero de caja a fina­les del verano si se las quiere consumir en invierno. El semillero debe mantenerse húmedo a unos 16 °C y cubierto con cristal y periódicos. Se retiran éstos cuando aparecen las plántulas. Cuando miden 2 cm se repican en más cajas para proporcionarles más espacio. Se quita entonces el cristal y se las mantiene a unos 13 °C.


Hay que regar de vez en cuando pero sin excederse. Cuando las lechugas miden 8 cm se las lleva al bancal o al recipiente adecuado. El trasplante final se realiza a mediados del otoño, que es cuando todavía se consu­men las cultivadas al aire libre.


Si se quieren tener lechugas tempranas de primavera hay que sembrar algunas semillas a mediados del otoño para trasplantarlas en mitad del invierno. Es posible que la cosecha de tomates del año siguiente tenga que plan­tarse entre esas lechugas primaverales.


No importa: las lechugas se sacan mucho antes de que las tomateras necesiten sitio.


Cuidados durante el crecimiento:

Hay que mantenerlas regadas pero sin humedecer las plantas, sólo el suelo. Si se mantiene seco este último es muy probable que las lechugas se abatan y sufran botritis. La tem­peratura ideal en el invierno para las de invernadero es de 19 °C de día y 13 °C de noche. Son, a fin de cuentas, especies de clima fresco y en climas templados sobrevi­ven al aire libre durante la época invernal si se las pro­tege con túneles.



Recolección:


Se cogen las lechugas, jóvenes o viejas, cuando se las necesita, pero conviene recordar que si se las deja demasiado tiempo granan prematuramente.

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